Por: Olga K
momento no lo necesite. Ese es mi modus operandi. Me acuso. Tengo una despensa que me da un rango de más de una semana de suministros secos. Me declaro culpable de consumir verduras, frutas y de pretender guisar todos los días.
Me declaro autor
material e intelectual del delito de hacer cuanta maniobra sea necesaria para
bien alimentar a mi familia y de saltar cuanto obstáculo se interponga a mi
criminal objetivo.
¡Caiga sobre mí el peso
de la ley!.
Pero no estoy sola.
Somos individuos e individuas –Maduro dixit- de alta peligrosidad para el
asuntillo ese de Misión Patria Segura porque somos millones de forajidos
dedicados al mismo tipo de delito, estamos sueltos y somos cómplices los unos
de los otros.
Hecha la confesión,
ahora viene lo preocupante: no esperen el más mínimo propósito de enmienda.
Delinquí, delinco y
delinquiré. Igual harán mis cómplices.
Advierto a las
autoridades competentes (bue…es lo de competentes es un decir…) que siendo
tantos los malhechores y malhechoras “asociados para delinquir” –delito
descrito en la ley- tienen entre manos un serio problema que dificultará aun
más su tarea para controlarnos: cuanto más joven la delincuente, más audaz. Cuanto
más vieja, más zamarra. Calculen ahora
madre e hija asociadas y la cosa se
pierde de vista.
A ver cómo nos fichan a todas en
los automarcados ?
Quiero ver con estos
ojitos cómo deciden cuanta leche corresponde a una familia de 6 miembros o
cuanta harina se le permite consumir a una señora sola que se mantiene haciendo
tortas por encargo. Báilenme ese trompo! Hablando de tortas, menuda torta están
poniendo…y eso que no hay harina.
Pero cada quien a lo
suyo, Uds. su torta…y yo mi delito.
Que será agravado. Se los prometo.
Cuando mi pulgar en el
captahuella del automercado diga que ya compré , vean a ver cómo hacen para
registrar y añadir a mi ficha, la huella de mi dedito medio, el mismo con el
que desde ya les estoy pintando una paloma…eso sí…bien manicurada, que no es
cosa de perder el glamour.
Quiero ver al gobierno
ocupándose uno a uno, de nosotros delincuentes viles que queremos alimentar a
nuestras proles.¡Menuda temeridad antirevolucionaria la nuestra!.
Pónganme presa
pues…Confesa soy…
Pero les ofrezco un
trato, al fin y al cabo, dialogando nos podemos entender:
Dejaré de delinquir cuando oiga al próximo secuestrador diciendo, mientras se mete momentáneamente el hierro en el cinto, “un momentico, déjame pasar por la captahuella”.
Dejaré de delinquir cuando oiga al próximo secuestrador diciendo, mientras se mete momentáneamente el hierro en el cinto, “un momentico, déjame pasar por la captahuella”.
Dejaré de delinquir cuando
ladrones y asesinos, roben y maten sólo una vez a la semana cuando a ellos le
apliquen –como a mí- su cartilla electrónica de racionamiento criminal.
Dejaré de delinquir
cuando los muertos dejen de votar , porque, quejeso?
Piénsenlo…el trato es bueno. Imagínense cómo se reducirán los otros delitos.
Piénsenlo…el trato es bueno. Imagínense cómo se reducirán los otros delitos.
Pero ahora queridos
cómplices… shhh…shhh…hablando bajito aquí entre nos.
No creo que debamos preocuparnos porque nos detengan.
No creo que debamos preocuparnos porque nos detengan.
Luisa Ortega Díaz dijo
que está investigando, eso sí, con muuuuucho ahínco, delitos de 1958, lo cual
pone-mínimo- 55 años hasta que nos alcance la investigación. Digo yo…
Viviremos… y
delinquiremos!
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