Fuente: elkabudari.blogspot.com
El fascismo es intolerante, no admite
oponentes a sus credos, no tolera ninguna disidencia a su sistema político, la
cual es execrada, negándole sus derechos políticos y humanos. Los
regímenes fascistas controlan total o parcialmente los medios de comunicación
(impresos, radio y televisión, redes sociales). Dependiendo del poder que tenga
sobre el Estado, el control de los medios lo asumen de una sola vez o
progresivamente, avanzando en la medida que profundiza en el control de los
poderes públicos y de los movimientos organizados de la sociedad civil. El
fascismo instaura un sistema comunicacional propagandístico en torno a un
líder, rindiéndole culto a su personalidad, estableciendo la mentira como
política de Estado en pro de ocultar los problemas sociales y las acciones
represivas del régimen fascista.
El
fascismo es violencia, utiliza procedimientos violentos para reprimir y acosar
a cuantos se oponen a su régimen, no admiten a otros partidos políticos
distintos al que le sirve de sustento. A los adversarios políticos los tildan
de enemigos y no merecen ningún respeto para ser considerados como ciudadanos
de la nación, sino como enemigos de la Patria. A los adversarios los acosan
fabricando delitos en juicios amañados, condenándolos injustamente por hechos
que no han cometido, de esta manera han pagado condenas muchos seres humanos en
el mundo víctimas de la arbitrariedad fascista. El fascismo es la
violencia misma para reprimir y violar los derechos humanos, acusando a los
adversarios de la barbarie de sus actos represivos. Los actos de
violencia de sus huestes armados son achacados a los adversarios, utilizando la
propaganda y la mentira, haciendo montajes que tergiversan la realidad de los
hechos.
El
fascismo es discriminador, les niega el derecho al trabajo a sus adversarios
políticos, utilizan listas de ciudadanos adversos a sus regímenes para negarles
un derecho humano universal como lo es el trabajo (delito de lesa humanidad que
no prescriben) consagrado en las leyes y los organismos internacionales. El
fascismo niega conquistas alcanzadas por los trabajadores en sus luchas dentro
del capitalismo como los sindicatos independientes, la convención colectiva y
el derecho a huelga. El llamado socialismo real o comunismo del
siglo XX también ha renegado de estos derechos de los trabajadores, contrariando
así los postulados ideológicos expuestos en los textos marxistas.
El
fascismo es utilizar todos los poderes del Estado coordinadamente para reprimir
y violar los derechos humanos, todos utilizan los mismos argumentos leguleyos
para apoyar las arbitrariedades del poder en la torcedura de la justicia, como
se dice en el argot popular, todos bailan pegados. Los tribunales
supremos de justicia, siempre utilizan subterfugios legales para sustentar
sentencias a la medida del régimen fascista. Si realizan elecciones para elegir
gobernantes y legisladores por ejemplo, utilizan sistemas electorales solamente
controlados por el régimen fascista que les permita manipular la voluntad de
los electores. De esta manera, ninguna otra alternativa política tiene
posibilidades de acceder al poder.
El
fascismo tiene como norma tildar de fascistas a todos lo que le adversan, es un
escudo propagandístico para encubrir sus fechorías. En la historia
de este régimen desde que lo fundó Benito Mussolini en Italia con sus
fasci italiani di combattimento en 1918, poniéndose en práctica a
partir de 1922 con su ascenso al poder. En Alemania a partir de 1932
Adolf Hitler quien consideró a Mussilini su maestro político siguió los pasos
de éste instaurando en ese país un régimen similar de violencia, terror y
represivo con sus camisas pardas (bandas armadas de
terror e intimidación del régimen nazi). El nazi-fascismo llevó a la
segunda guerra mundial causando la muerte a más de 20 millones de
personas, millones de motilados y lisiados por la crueldad de un régimen sin
pudor para mentir y reprimir.
El fascismo clausura los parlamentos o los
doblega a sus designios, los parlamentarios que adversan al régimen, son
agredidos mental y físicamente, finalmente si el parlamento queda funcionando
es con la sola presencia de los adeptos al régimen o simplemente quedan
clausurados. Cuanto más silencio es mejor para el régimen fascista. Un
parlamento plural y autónomo para la discusión y ejercer
sus controles al poder ejecutivo, es inconcebible en un régimen fascista. No
existe separación de poderes, sino concentración y sincronización de los mismos
para amparar los atropellos a la sociedad y a los individuos. La discusión
plural en el fascismo es una quimera.
El
fascismo pode respeto a los sectores de la población que le adversan, pero ni
reconocen ni respetan al adversario, lo persiguen, lo espían y le siguen sus
movimientos, acciones y encuentros con otras personas, la
intolerancia es tal que ni siquiera admiten la indiferencia de los
ciudadanos. Tratan de persuadir metiendo miedo y aplicando el terror
para intimidar a los no adeptos al régimen. Finalmente estos
regímenes se desploman, generalmente después haber causado muchos daños
morales, mal tratos físicos y sicológicos a la población, destruir la economía
y truncar su crecimiento y desarrollo, dejando además unos pocos ricos y un
pueblo empobrecido. Hay fascismo de derecha y de izquierda, pero los dos hacen
el mismo daño, porque utilizan los mismos métodos de la violencia y la
represión para desconocer y aniquilar a la oposición. Ambos
destruyen el estado de derecho y concentran todo el poder del Estado. Sin
excepción, todos se desmoronan por la implosión de los pueblos que no soportan
más a estas crueles y reaccionarias dictaduras.
Cualquier parecido con hechos que están
ocurriendo en la Venezuela actual, no creo que sea mera coincidencia.
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