Por Heinz
Dieterich
Fuente:
Blog Grupo la Colina A.C.
La derrota electoral del gobierno
venezolano en diciembre 2015 será el golpe final para el Desarrollismo y la
Patria Grande, que Hugo Chávez, “Lula” da Silva y Néstor Kirchner –con el apoyo
del Socialismo del Siglo XX (Fidel, Raúl)– pretendieron construir. Kirchner y
Chávez ya fallecieron; Lula ha dejado de ser el centro de gravitación política
del Brasil y la influencia hemisférica de Cuba es una sombra de lo que fue.
Este agotamiento de líderes gigantes y fuerzas endógenas por la Segunda
Independencia, coincide con un brusco y negativo cambio en los flujos del
capital mundial. En los últimos trece meses la fuga de capitales de las trece
economías emergentes más importantes ha sido por el orden de $940 billones,
causando la devaluación generalizada de las monedas nacionales. El dramático
deterioro de los terms of trade de materias primas “tercermundistas” (petróleo,
minerales), que son vitales para las economías latinoamericanas, multiplica el
impacto recesivo de la reversión de flujos de capital global. Todo esto ha
llevado al fin de la Década de Oro del nuevo Bolivarianismo.
Ochenta años después del inicio de la
lucha por la liberación nacional y social, dirigida por Mao Tse Tung y el
Partido Comunista, China ha triunfado. Su devaluación del yuan es la exitosa
declaración de independencia del capital financiero imperialista occidental. Le
guste a la lumpen-clase política estadounidense y Donald Trump, o no: la larga
marcha de China para recuperar su autonomía estratégica nacional –aún con 14
millones de muertos y 80 millones de desplazados por la agresión japonesa
(1937-45)– ha terminado. Los países latinoamericanos, en cambio, siguen siendo
esclavos de la arquitectura financiera-económica mundial. La oportunidad
histórica de los grandes promotores criollos y la bonanza de la emergente
China, han sido desperdiciadas. Queda enterrado nuevamente el sueño de la
Segunda Independencia bolivariana o socialista, y el control del imperialismo
gringo sobre el patio trasero vuelve a ser absoluto. A la luz del diferencial
de poder entre América del Norte y Sur, parece cada vez más probable, que la
liberación de los Estados vasallos latinoamericanos sólo se dé, cuando se acabe
el Imperio Gringo; en un parangón histórico con el Imperio Romano y el Imperio
Español.
- Oligarquía y soldadeska venezolana contribuyen
a la destrucción de la Patria Grande
En la derrota de la lucha por la
soberanía hemisférica hay una trágica corresponsabilidad de la oligarquía, de
la soldadeska y del oportunismo y analfabetismo político burgués venezolano.
Aunque Cabello y Maduro y su sustrato sistémico son el punto de viraje (tipping
point) del Chavismo, se pueden diferenciar cuatro responsabilidades distintas
en la destrucción del proyecto de Hugo Chávez.
La primera y más importante fue el
golpe de Estado militar de 2002, orquestado por la oligarquía, el imperialismo,
el sindicalismo parasitario y militares corrompidos antipatrióticos, contra el
gobierno democrático, legal y legítimo de Hugo Chávez. La segunda fue el sabotaje
de la oligarquía y sus golpistas a la Comisión de Paz, que el Presidente
estableció después del fallido coup d´ etat, para lograr una nueva unidad
nacional y la reconstrucción del país. La oligarquía aceptó el plan, sólo para
después sabotearlo y volver a la subversión mediante paros y guarimbas, como
recuerda el entonces Jefe de Gabinete Económico, Felipe Pérez Martí, a quién
Chávez había puesto a la cabeza de esta operación Consenso NacionalAnte la
reincidencia de la oligarquía en un crimen constitucional y de traición a la
Patria, Chávez pasó a la ofensiva, gobernando con el poder del Estado y de la
renta petrolera; pero, siempre dentro del marco de la constitución. Es
importante tener presente esta génesis de la tragedia venezolana actual, cuando
el país se encuentra ante una creciente ola de intentos goebbelianos de
reescribir y falsificar la historia del proceso, incluyendo la del golpista
Leopoldo López y sus cómplices nacionales (Saleh) e internacionales (Burelli).
- La responsabilidad de Hugo Chávez
La tercera responsabilidad es de Hugo
Chávez. Cuando el modelo de dominación nacional, que él estableció en 2003,
empezó a agotarse estructuralmente a partir de 2009, el Presidente no tomó las
medidas para su necesaria refundación. La última cruz aparece en la agonía del
Presidente, con el imperdonable nombramiento y acceso al poder de la dupla
Maduro-Cabello. Con este nombramiento Chávez entregó el poder real del país a
la inculta soldadeska y su avatar, el subteniente anticomunista Diosdado
Cabello.
Como militar profesional, Chávez
sabía, que la capacidad de planeación y visión estratégica en los militares
sólo se da a partir del rango de teniente-coronel, pero, jamás en un
subteniente. Por eso, y por la asesoría de un país tropical, no nombró en su testamento
político televisivo a Cabello como sucesor, sino a Maduro. Pero, Maduro nunca
había trascendido el status político de un activista “maoísta” dogmático que no
lee libros. Y con los archivos “de presión” que posee el apparatchik Cabello,
estuvo claro desde el inicio, que la inevitable dualidad del poder en la cúpula
chavista, a mediano plazo, no iba a dejar otro papel para Maduro que él de un
actor cantinflesco.
- The end of the trail: el fin de Cabello-Maduro
Todas las grandes rebeliones en la
historia comienzan por la economía. Pero, la troika Cabello-Maduro-Arreaza no
tiene la más mínima idea de economía. No entiende que la crematística de
mercado es un sistema cibernético (de retroalimentación) que gira en torno al
llamado market clearing price. Y que su única posibilidad de sobrevivencia
política consiste en acercar gradualmente sus absurdos precios administrativos,
particularmente del dólar, a ese atractor del sistema; con protección social
adecuada para las clases populares y medias. Con el bloqueo de este atractor
megasistémico, colapsó el tejido productivo y circulatorio, de tal forma que a
la troika le quedan apenas tres opciones económicas para diciembre: a) acudir
al FMI, lo que políticamente sería su fin; b) conseguir un crédito stand-by de
50 mil millones de dólares de China, para realizar las reformas necesarias;
aunque Venezuela todavía tiene activos estatales monetarizables,por un monto de
$60 mil millones, las discusiones internas del gobierno chino se inclinan a
cerrar la pipeline monetaria hacia ese barril sin fondo; c) imprimir más
billetes. Esto es lo que está haciendo Miraflores, llevando al país hacia la
hiperinflacíon y el colapso total.
- El Imperio contraataca: la inversión del
desarrollismo bolivariano
El brusco cambio económico global a
favor de los países desarrollados y de China, el fin de la bonanza de los
commodities latinoamericanos y la desaparición fáctica de los promotores
gigantes de la Patria Grande, llevarán al regreso de los gobiernos neoliberales-oligárquicos
pro-imperialistas en América Latina, y la gradual paralización y reversión de
los avances en la integración hemisférica y protección social popular. En
algunas regiones, la reversión de los avances sociales desarrollistas
probablemente tendrá por corolario el uso selectivo o masivo del terrorismo de
Estado. Para Cuba y Nicaragua, la caída del “chavismo” generará un panorama
ominoso. Para la Patria Grande, ante la ausencia de movimientos de masas
organizados, líderes políticos de altura, una inteligencia revolucionaria, con
secular atraso tecnológico, una “izquierda” jurásica, y el eclipse total de
proyectos viables de autodeterminación hemisférica, hay pocas esperanzas para
la Segunda Independencia.
Ante esta dinámica, Venezuela pudiera
haber sido un factor clave anti-cíclico contra el triunfal regreso del Tío Sam.
Pero, ni la mayor riqueza petrolera del mundo, ni los sesenta mil millones de
dólares de crédito de China, ni la emergencia de un nuevo polo de desarrollo en
el sistema mundial (BRICS), son suficientes para romper las cadenas de la
esclavitud, cuando la ignorancia gobierna.
- Intervención en la frontera: cortina de humo
La quijotesca insistencia de
Cabello-Maduro y sus asesores externos, de poder sobrevivir al debacle
electoral de diciembre con la trillada mentira de la “guerra económica” y de
los enemigos de la Revolución, hoy día ya sólo convence al 20% de los
venezolanos. Aún así siguen por la ruta del despeñadero, expulsando brutalmente
a refugiados colombianos pobres en la frontera, en nombre de la lucha contra el
paramilitarismo. Tratan de levantar una ola chovinista contra “la oligarquía”
colombiana, cuando las dos oligarquías que no tocan, son la colombiana y la
venezolana.
Declaran cada vez más estados de
emergencia en la frontera, esperando vanamente que azuzando las fricciones con
Guayana y Colombia aparezca un pretexto para postergar las elecciones y que,
milagrosamente, se recupere el precio del petróleo. Nada de esto va a suceder y
con las bayonetas y mentiras no lograrán engañar más a la población, como
muestran todas las encuestas de opinión.
Externamente hay creciente pérdida de
apoyo de la clase política latinoamericana, desde Brasil a la UNASUR, mientras
que China, lender of last resort (última fuente crediticia mundial disponible),
se aleja de un gobierno irresponsable y en caída libre, como muestra el último
viaje de Maduro sin grandes logros. Internamente crece la frustración en
sectores de las Fuerzas Armadas y el encarcelamiento de Leopoldo López ha
convertido a un señorito golpista en la preferencia electoral opositor número
uno, seguido por Henry Falcón y Capriles.
- Nada nuevo bajo el Sol – de América Latina
De ahí que la mesa está puesta para
un opulento banquete de la oligarquía y del imperialismo. El pueblo ausente,
pagará las cuentas y El Libertador, avergonzado por todos aquellos que,
manoseando su nombre, enterraron de nuevo a la gloriosa causa de la Patria
Grande. Nihil novum sub sole – Nada nuevo bajo el sol… de América Latina… Por
ahora.