Por: Luis Ugalde, Fuente: El Nacional
El
Presidente en la campaña se disgustó por el clamor de los suyos contra la
corrupción y la ineficiencia
gubernamental, ahora pide ¡eficiencia o nada! (por no decir muerte).
gubernamental, ahora pide ¡eficiencia o nada! (por no decir muerte).
La
ineficiencia escolar es muy lamentable, con dramáticas fallas en la gestión de la
formación en valores, ciudadanía y aprendizaje de competencias básicas. Ahora,
sin consulta formal y abierta, el Gobierno impone como “máxima instancia
educativa” de toma de decisiones una locura llamada Consejo Educativo,
constituido por una docena de comités y vocerías intra y extraescolares, donde
la directiva de la institución únicamente tendrá se resalta un solo voto. Si
ahora se acepta esta barbaridad mata-escuela (engavetada hace unos años),
reforzará la ineficiencia y la ingobernabilidad escolar. Su objetivo es claro:
instaurar el poder comunal para “la construcción del nuevo modelo de sociedad
socialista”. Aquí el poder comunal excluye toda otra capacidad de decisión. En
nuestra Constitución no se nombra el poder comunal, ni el socialismo; en la
cubana sí, y esta “resolución” inconstitucional impone la reforma comunistoide
derrotada por el voto popular en 2007.
Hay
prisa confesada para hacerse con todo el poder, a fin de que el camino al
comunismo dictatorial sea irreversible. Hoy faltan más de 10.000 directores
formados de centros educativos y muchas escuelas son ineficientes e ineficaces.
Con esta resolución se asegura el desastre, y en adelante los llamados
“directores” tendrán que dedicar su tiempo a llenar las planillas del
ministerio y a cumplir la imposible hazaña de reunir cada trimestre estos
comités y consejo, dedicados a todo menos a mejorar la educación.
Más
grave aún es la violación del derecho y la obligación de las instituciones
educadoras no estatales de gobernarse según sus principios fundacionales,
dentro del marco de la Constitución. La pluralidad y apertura a diversas ideas,
afirmada en la carta magna, será letra muerta, mejor dicho, realidad asesinada.
Todo el andamiaje del Consejo Educativo no sirve para gobernar y es imposible
de aplicar, pero muy útil para acabar con el pluralismo, la iniciativa y la
calidad escolar, e imponer el socialismo uniformado.
El
problema es político. No es aceptable esta resolución anticonstitucional y debe
ser encarada con toda firmeza y claridad por los políticos y la sociedad. En la
próxima elección de gobernadores debe estar en el debate, pues no está en juego
sólo el alumbrado de las calles regionales, sino de las mentes y corazones de
millones de venezolanos. Lo ha dicho el poder y lo han repetido Aristóbulo
Istúriz y otros: la democracia plural que está en la Constitución no sirve para
la revolución, por lo que los gobernadores y alcaldes deben desbaratar esas
instancias constitucionales y transferir sus “competencias y poderes a los
consejos comunales”, es decir a Miraflores.
Uno
de los inspiradores de los consejos de educación quedó desocupado en 2006, le
entregaron Alcasa para que ensayara allí el control obrero y el gobierno de la
fábrica por consejos obreros y asambleas, es decir, de los “soviets”. Cumplió
su tarea y hoy esa empresa es una ruina completa: ni hay control obrero, ni hay
producción. Se bajó de 200.000 toneladas al año a menos de 70.000, se perdieron
varios miles de millones de bolívares y la esperanza de ser una empresa productiva.
No
se puede permitir en educación esa tragedia nacional. Los políticos, padres y
madres, educadores, juristas, universidades, líderes religiosos… todos tenemos
que defender el pluralismo constitucional y el derecho de gobernar la escuela
con eficiencia pedagógica y con participación.
Es
clave el pluralismo y la autonomía de los gobernadores y alcaldes electos. La
palabra consejo suena suave y razonable, pero usada para disfrazar y controlar
es mortal; no olvidemos que Stalin fue sangriento dictador de las repúblicas
soviéticas (repúblicas de consejos).
Nota
aclaratoria de la anterior columna. Mario Torres nos comunica amablemente que
las computadoras del Sistema de Información del Elector “no transmiten las
cédulas de los electores que se registran”, dato que fue afirmado en mi
artículo anterior.
Parece
que la información de Torres es la correcta y no la que me dieron a mí.
Notifica también: “El Comando Venezuela y sus técnicos nos opusimos
vigorosamente a la colocación de estos computadores en los centros”, pero
terminaron aceptando “con la condición de revisar el software que corría en
ellos”. Lo consideran “una alcabala innecesaria”.
Ojalá
que se pueda impedir en adelante. Gracias a Torres por la aclaratoria y a
cientos de miles que lucharon y lucharán contra los abusos del poder en los
procesos electorales.
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